El deporte en la Argentina
Tuvo y tiene ídolos inolvidables,
Y ese es su caso,maestro,
Su trayectoria,imborrable.
Nunca fuiste el enemigo
Sólo un competidor,
Que con tu juego mostrabas
Que eras sin duda el mejor.
Nunca negaste tu origen
Tu cuna fue la humildad,
Y cuando llegaste arriba
No te ganó la vanidad.
Recorriste todo el mundo
Por encima del jugador,
Fuiste para los Argentinos
El mejor embajador.
Te admiraban los rivales
Y el público te aclamó,
No importó color ó idiomas
Tu Don de gente triunfó.
Si hasta cuando te equivocaste
En Augusta al anotar,
La sonrisa de tu rostro
No la pudieron borrar.
Hoy como siempre seguís
Y esa es tu gran virtud,
Con tus consejos,tu vida,
Guías a la juventud.
Ranelagh es tu refugio
Como vos no habrá ninguno,
De Vicenzo vos lograste
Ser en la vida,hoyo uno.
Abel Oscar Romano
18-07-2009
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