miércoles, 10 de octubre de 2012



    CASABLANCA

A los amantes del buen cine
jamás podremos olvidar,
a la eterna Casablanca
a la Bergman  ó a Bogart.

En ese café de Rick, vivimos
amor, lucha , resistencia,
la lucha por la Libertad
y el valor de la existencia.

Un idealista, Paul Henreid
Claude Reins, sagaz Prefecto,
un advenedizo, Peter Lorre
un elenco de lo más perfecto.

Como nos sentimos participes
cuando mostrando su grandeza,
más que cantaron. gritaron
con fervor La Marsellesa.

Un canto a la libertad
un canto que no fue en vano,
y que sonó en los oídos
de aquel maldito tirano.

La platea vio en silencio
un romance postergado
y soñó un feliz final
quien no se ha emocionado.

O cuando Sam en su piano
cantó aquella canción,
que llevamos con nosotros
y nos lleno de emoción.

Las intrigas,los negociados
la película nos mostraba,
y el romance que pensabamos
que felizmente terminaba.
Pero si algo que la hizo
película sin igual,
fue en aquel aeropuerto
ese impensado final.

Quien fue que no hizo fuerza
para que Rick e Ilsa esa noche,
al amor de tantos años
pusieran un hermoso broche.

Pero no,no lo pensamos,
privo esta vez la razón,
y nos quedamos más que tristes
cuando decoló el avión.

Y en esa escena final,
Bogart y Reins caminando,
diciendo que una gran amistad
esa noche ha comenzado.

Se cumplen setenta años
si parece que fue ayer,
y si la pasan de nuevo
la volveremos a ver.

Cuando se habla de cine
se nos viene a la memoria,
esta inmortal Casablanca
quedó grabada en la historia.

    Abel Oscar Romano
      11-10-2012
















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