martes, 9 de abril de 2013


2 DE MAYO DE 1982

Ya pasaron treinta años
que un submarino nuclear,
cometió un crimen infame
imposible de olvidar.

Tres torpedos alcanzaron
a aquel crucero Argentino,
que fuera de la zona de exclusión
navegaba sin destino.

El Atlántico fue la tumba
de 274 compatriotas,
y en el fondo de ese mar
sus cuerpos en paz reposan.

De donde vino la orden
y al recordarla yo quiero,
dedicarles estos versos
a la Dama de Hierro.

De hierro tenia que ser
sin duda su corazón,
porque ella dio la orden
que a nuestro crucero hundió.

Navegaba en un lugar
fuera de la zona de guerra,
a ella no le importò
y procedió de forma artera.

El Conqueror solo cumplió
las ordenes que fríamente,
desde Londres les impuso
Margaret Thatcher finalmente.


        En esa aguas heladas
 274 valientes marinos,
quedaron como testigos
de un mandato asesino.

Hoy las noticias anuncian
Margaret Thatcher murió
y lo primero que pensamos
seguro en paz no partió.

Porque no tuvo códigos
y porque no respetó,
algo que se había acordado
la zona de la exclusión.

Treinta años han pasado
jamás podremos olvidar,
a ese ataque traicionero
del submarino nuclear.

Y el recuerdo permanente
a los héroes de Malvinas,
que pagaron con su vida
defender a su Argentina.

   Abel Oscar Romano
    08-04-2013












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