2 DE MAYO DE 1982
Ya pasaron treinta años
que un submarino nuclear,
cometió un crimen infame
imposible de olvidar.
Tres torpedos alcanzaron
a aquel crucero Argentino,
que fuera de la zona de
exclusión
navegaba sin destino.
El Atlántico fue la tumba
de 274 compatriotas,
y en el fondo de ese mar
sus cuerpos en paz reposan.
De donde vino la orden
y al recordarla yo quiero,
dedicarles estos versos
a la Dama de Hierro.
De hierro tenia que ser
sin duda su corazón,
porque ella dio la orden
que a nuestro crucero hundió.
Navegaba en un lugar
fuera de la zona de guerra,
a ella no le importò
y procedió de forma artera.
El Conqueror solo cumplió
las ordenes que fríamente,
desde Londres les impuso
Margaret Thatcher finalmente.
En esa aguas heladas
274 valientes marinos,
quedaron
como testigos
de un
mandato asesino.
Hoy
las noticias anuncian
Margaret
Thatcher murió
y lo
primero que pensamos
seguro
en paz no partió.
Porque
no tuvo códigos
y
porque no respetó,
algo
que se había acordado
la
zona de la exclusión.
Treinta
años han pasado
jamás
podremos olvidar,
a ese
ataque traicionero
del
submarino nuclear.
Y el
recuerdo permanente
a los
héroes de Malvinas,
que
pagaron con su vida
defender
a su Argentina.
Abel Oscar Romano
08-04-2013
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