De las costas Argentinas
Al elegir la mejor,
Sin duda viene a la mente
La linda Claromecó.
Con arenas renegridas
Por el yodo impregnadas,
Y como telón de fondo
El verde de su arbolada.
Pinos e eucaliptos ponen
Esa nota de color,
Y debajo de sus sombras
Los proteje del calor.
Tres arroyos te circundan
Y te dan nombre y brillo,
Orellano,Del Medio,El seco
Donde florece el junquillo.
Sus playas tan visitadas
El faro las ha custodiado,
Ha sido siempre el testigo
Del presente y del pasado.
Aun quedan en la memoria
Aquellas casas de madera,
Que aparecieron quemadas
Ignoramos quien lo hiciera.
La abundancia de tus pastos,
La suavidad de tu clima,
La abundancia de tu agua
Tus pobladores estiman.
Cuando llega la temporada
De pensar en veranear
De la hermosa Claromecó
No nos debemos olvidar.
Una población pujante
De su pueblo orgullosa,
Le brindará al que llega
Una convivencia hermosa.
El que busca un descanso
Al trajín de las ciudades
Claromecó le ofrece
Tranquilidad a raudales.
El Atlántico las baña
Y ahí junto a ese mar,
Piensen que es un privilegio
Su panorama observar.
Abel Oscar Romano
31-07-2010
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